Inglaterra puede
empeorar aún más sus últimas actuaciones en una Copa del Mundo si finalmente se
confirma su eliminación en la fase de grupos en este Mundial 2014. La última
vez que los three lions cayeron a las primeras de cambio fue en el Mundial de
Suecia 1958, donde quedaron en tercer lugar por detrás de Brasil y la Unión Sovietica. Si es cierto
que en el Mundial que está en curso, los ingleses han quedado encuadrados en el
grupo de la muerte junto a Itàlia, Uruguay y Costa Rica, que no será una
cenicienta tan asequible como se esperaba.
Sin duda, habrá
mucha gente que crea que Inglaterra no merezca pasar a la siguiente ronda, y no
por haber sumado dos derrotas, sino porque las sensaciones que ha trasmitido el
combinado inglés no son nada positivas. Con una plantilla rejuvenecida como la
que ha ajuntado Roy Hodgson, se esperaba que esta Inglaterra diera un paso
adelante gracias a la frescura, el talento y el hambre de los recién llegados y
a la experiencia de los jugadores ya consagrados. Si es verdad, por otro lado,
que su juego ha dejado de ser tan plano como en los últimos mundiales
(Korea-Japón 2002 y Alemania 2006) en parte gracias a las buenas actuaciones de
Sterling y Sturridge, que aportan ritmo, talento, rapidez, desmarques y mucha
movilidad en la zona ofensiva.
También hay que
destacar las actuaciones de Barkley y Lallana. Ambos no han sido titulares en
ninguno de los dos partidos pero si han sido las primeras variantes
introduzidas por Hodgson cuando el partido iba cuesta abajo. El del Everton y
el del Southampton han respondido muy bien en los minutos que han jugado, tanto
que han puesto en entredicho, sobre todo el primero, la titularidad de Wayne
Rooney. El delantero del United, que por fin logró marcar en una Copa del
Mundo, sigue sin cumplir las expectativas que se esperan de un jugador de su
nivel en una cita de tales dimensiones.
El doble pivote
formado por los dos jugadores del Liverpool, Gerrard y Henderson, no está
encontrando ninguna facilidad para poder dotar de equilibrio al centro del
campo de los pross. Los rivales saben
de la importancia de la pareja red y
es por eso que no les dejan jugar cómodos. Con esto, aunque ya es algo tarde,
Hodgson debería pensar en cambiar su inamovible 4-4-2 (o 4-4-1-1) para pasar a
un 4-3-3 con un centro del campo más poblado, algo que agradacerian tanto
Steven como Jordan. Wilsahre podría ser el hombre, pero da la sensacion que Roy
no le tiene muy en cuenta.
Marc Pérez
Twitter: @ksillas_petit
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