"Jugó
durante tres temporadas después de jugar en Sunderland, pero no tiene los
números de Van Persie o de Rooney, y ese es el problema. Por eso le dejé irse, por Falcao, pero también por
otros jóvenes que pueden encajar mejor".
Estas fueron las palabras de Louis
Van Gaal un par de semanas después de que Danny Welbeck firmara por el Arsenal dejando entre ver que el
delantero inglés no tenía el suficiente nivel para jugar en su equipo.
El Arsenal
sigue madurando
El plan de Arsène
Wenger fue sido similar al que ya pudimos ver en su anterior visita a Manchester para enfrentarse al otro
equipo de la ciudad, el City, aunque
sin renunciar tanto a llevar la iniciativa a sabiendas de la fragilidad
defensiva del cuadro local. Si bien es cierto que el United empezó el encuentro con una presión asfixiante sobre la
salida de balón del Arsenal, también lo es que los gunners supieron gestionar esa presión con mucha tranquilidad,
buscando al compañero más cercano y sin recurrir a la solución más fácil,
mandar balonazos a los de arriba. Esto les dio seguridad para ir acercándose poco
a poco a la portería de David De Gea,
inconmensurable una vez más pese a no poder evitar la derrota de su equipo,
hasta que llegó el 0-1 en una gran jugada colectiva que culminó Nacho Monreal tras un slalom, dentro
del área, de Oxlade-Chamberlain que destapaba
las vergüenzas defensiva del United.
Los red devils
reaccionaron inmediatamente con un testarazo de su capitán Wayne Rooney aprovechando el magnífico centro lateral de Ángel Di María y el despiste en la
marca de Laurent Koscielny. Los
goles no cambiaron el rumo del partido, pues el Arsenal seguía llevando el partido a su terreno sin apenas recibir
ocasiones claras de gol y teniendo las ideas muy claras buscando filtrar
balones a la espalda de la pareja de centrales para aprovechar la velocidad de Welbeck y Alexis, incisivo durante todo el encuentro. En el aspecto
defensivo, la presencia de Francis
Coquelin en el centro del campo daba mucha seguridad y confianza a la línea
de cuatro que actuaban detrás de él. El francés no se dejó ver demasiado pero
cumplió con el trabajo oscuro que se le pide a un jugador de sus
características, algo que está haciendo madurar por fin a este Arsenal.
Cambio de
sistema durante el descanso
A Van Gaal no le
gustó demasiado el primer tiempo y por eso decidió volver a la defensa de tres con
la entrada de Phil Jones además de
reforzar el centro del campo con un jugador de más contención como Michael Carrick, que ocupó el lugar de
un desaparecido Ander Herrera. El
objetivo del preparador neerlandes
era evitar que el Arsenal estuviera
tan cómodo y frenar sus contragolpes, aunque el 3-5-1-1 no funcionó como él esperaba ya que ni consiguió dominar el
centro del campo ni evitar que el guión del partido transcurriera según los
intereses del conjunto visitantes.
El peligro
está en casa
La eliminatoria se decantó por el enésimo error defensivo
del Manchester United en esta
temporada. Szczesny mandó un balón en
largo hacia campo contrario que fue interceptado por Phil Jones, cediéndole la pelota a Valencia para que jugara atrás con De Gea. Pero el ecuatoriano no fue preciso en el pase y le acabó
entregando el balón a Danny Welbeck,
que no dejó pasar la oportunidad para cumplir los malos presagios que podían
tener los hinchas del United antes
del partido; quedar eliminados por un gol de Danny Welbeck.
No obstante, al partido aún le quedaba media hora para y Louis Van Gaal decidió hacer un cambio
totalmente ofensivo quitando del terreno de juego a un defensa –Marco Rojo- para dar entrada a un
atacante –Adnan Januzaj-. Sin
embargo, la variante no dio resultado alguno entre otras cosas por la expulsión
de Ángel Di María cuatro minutos
después de que el técnico holandés hiciera el cambio. El argentino se dejó caer
en un lance con Aaron Ramsey pero Michael Oliver no picó y le sancionó
con una tarjeta amarilla. Esto provocó las protestas y el enfado del fideo hasta el punto de que agarró por
detrás al colegiado, motivo por el cual vio la segunda amarilla y la
consecuente tarjeta roja que le mandó a los vestuarios antes de tiempo.
La expulsión de Di
María y la necesidad de igualar el marcador para como mínimo forzar el replay, dejaron totalmente partido a un Manchester United que se volcó en
ataque, sin resultado alguno, dejando muchos espacios atrás. De hecho, el Arsenal pudo haber sentenciado el partido
en varias ocasiones pero tanto Cazorla
como Alexis se toparon con un
sensacional De Gea. Louis Van Gaal queda muy tocado tras
perder la última oportunidad de ganar un título en su primera campaña al frente
del banquillo de Old Trafford
mientras que los de Wenger quedan
clasificados para las semifinales que se disputarán el 18 y el 19 de Abril y su rival saldrá del Reading-Bradford City que se resolverá
en el replay.
Marc Pérez
Twitter: @ksillas_petit
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