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lunes, 28 de julio de 2014

El Liverpool y la figura del medio defensivo

Diamantakos y Steven Gerrard
¿Quién diría que fue un amistoso el partido jugado en Chicago que enfrentaba al Olympiakos de Michel y al Liverpool de Brendan Rodgers? Un duelo lleno de intensidad y peleado hasta el pitido final. Los ingleses venían de decepcionar y perder por 0-1 ante la Roma y los griegos, de dejar al Milan de Inzaghi a la altura del betún. Salió enchufado el Liverpool reclamando vendetta debido a la derrota ante los gialorossi, pero se encontró con un Olympiakos que eligió los tiempos del partido. 


XI inicial con 4-4-2 en rombo
El 11 del Liverpool traía el debut de dos fichajes y una interesante puesta en escena con una formación innovadora, el 4-4-2 en rombo. El veterano Brad Jones en portería. Un desconectado Glen Johnson en el lateral derecho y José Enrique, en el izquierdo. Skrtel, fantástico partido el suyo, y Kolo Touré; pareja de centrales. Steven Gerrard fue el ancla del rombo del 4-4-2 acompañado por el debutante Emre Can como interior izquierdo y Jordan Henderson, derecho. Lazar Markovic, el otro nuevo en la casa, como media punta con mucha llegada al área rival. Doble punta: Sturridge 9 fijo y Sterling con más movilidad y movimientos de dentro a fuera para abrir la defensa griega y dejar huecos al ataque interior del Liverpool con las llegadas de Markovic, Henderson y Can.  



Michel sacó un 4-2-3-1 pero que, dependiendo de los movimientos de Saviola, podía cambiar a 4-4-2Megyeri bajo palos. Línea de 4 defensiva: Salino, Papadopoulos, Siovas y Abidal. Doble pivote defensivo N'Dinga-Maniatis encabezado por Saviola con libertad de movimiento para pisar área desde la media punta. Banda izquierda para Dossevi, que no dejó de intentar conseguir el empate en todo el partido, y derecha para Ghazaryen, quienes estaban constantemente trazando diagonales. 9 que busca consolidarse, Diamantakos


LA PRESIÓN GRIEGA Y LO QUE CONLLEVÓ

Un Liverpool con balón sufría la exhaustiva presión de Olympiakos y del muro de hormigón que era su doble pivote defensivo N'Dinga-Maniatis. La presión del Olympiakos tenía como fin la superioridad númerica en zona, la cual sólo se podía conseguir con basculaciones muy ordenadas mientras mantenían cerradas las líneas en el 4-4-2 que formaban ellos en defensa. En la imagen de abajo podemos ver esta táctica defensiva del Olympiakos. Esto solamente se podía solucionar con movimientos y circulación de balón rápida al primer toque para la romper presión griega, que no dejaba relucir el ataque posicional inglés. De esta manera llegó el gol del Liverpool -y único del partido- por mediación de Raheem SterlingSteven Gerrard metía un pase interior que rompía todas las líneas de presión del Olympiakos para Sturridge. Este respondía con un pase al primer toque para el goleador de la noche. Una jugada rápida y puramente vertical, sin rodeos.

Olympiakos en 4-4-2 ganando en superioridad a José Enrique gracias a la basculación del equipo

Unos 10 minutos después del gol, El Liverpool ya no sufría estos problemas. Simplemente porque ya no tenía el balón. La presión de Olympiakos continuaba, pero no la circulación rápida y al primer toque de la pelota. Esto acrecentó la imprecisión de los pases 'reds' y, con lo cual, la recuperación de balón del Olympiakos y la posesión de balón consiguiente. Entre los minutos 15 y 20 del partido se produjo esta transición que obligó al Liverpool a atacar siempre a la contra. Este Liverpool sin balón iba concediendo metros pero nunca espacios. Virtud de su defensa a tener en cuenta que esperaba en medio campo en un claro 4-1-4-1 pero en momentos extremos de repliegue y achique de espacios se colocaban en 5-4-1, siendo Gerrard ese jugador que se colocaba entre los centrales.

EL CENTRO DEL CAMPO DE RODGERS

Existe una figura en el fútbol que es la de medio defensivo. Un jugador que libera a los jugadores ofensivos y da equilibro al ataque. En Liverpool, desde la marcha de Mascherano, lo más parecido a un medio defensivo es Lucas Leiva -que jugó más tarde- y Steven Gerrard, que originalmente era medio ofensivo pero que con la edad se ha ido alejando del área y de tareas ofensivas que suponen una fatiga extra para sus piernas. Veamos las variantes de este Liverpool con Lucas o con Gerrard y de qué manera fue clave en el partido una vacante en este perfil.

La salida de balón se produce siempre con el medio defensivo entre los centrales. Es decir, en lavolpiana. Pero esta salida de balón la lleva haciendo el equipo inglés desde la temporada pasada. Con Gerrard, él se coloca entre Skrtel y TouréEmre Can retrasa su posición para recibir el pase de Steven y conectar con Enrique o con Henderson, que da el último pase a los delanteros. A esto hay que añadir que Sterling también retrasa su posición para facilitar el tránsito del balón en corto. Con Lucas LeivaHenderson llega mucho atrás para ayudarle llegando a ser el propio Jordan, en ocasiones, el jugador más cercano a la pareja de centrales.


El equilibro que te aporta un medio centro defensivo puro a lo que te pueden ofrecer Lucas y Gerrard no tiene nada que ver. Con GerrardEmre Can y Henderson están muy atados en referencia a atacar y no tienen toda la libertad que les gustaría para ser medio centros "llegadores". Can en realidad es un medio centro técnico y organizador sin excesiva llegada y ofensiva, pero tampoco suele asumir gran trabajo defensivo por lo que Henderson también queda atado a labores de recuperación de balón. Con Lucas si tenían más libertad -pues él es más defensivo que Gerrard- pero aún así, Henderson seguía atado sin poder lucir su fántastica habilidad para dar el último pase. Jordan estaba muy atado porque, con Lucas Leiva, Coutinho y Allen si tenían total libertad para atacar y él debía quedarse atrás para dar equilibrio al ataque. Esto se podría solucionar trabajando los aspectos defensivos de Emre Can, haciéndole madurar y asumir galones junto a Steven Gerrard.

Quería llegar al quit de la cuestión una vez explicado el funcionamiento del centro del campo del Liverpool. El Liverpool jugó al contragolpe desde el minuto 20 al 90 con posesiones muy cortas. Las pocas veces que tenían el balón no lo aguantaban y se limitaban a terminar la jugada cuanto antes. El Olympiakos controló los tempos y compases del partido y eligió el ritmo que quería. Durante muchos minutos no había centro del campo del Liverpool porque no participaba ya que el juego se limitaba a ir a la contra. Teniendo un centro del campo con jugadores de perfil más bien ofensivo -sin la figura del medio defensivo- todo se resumía en atacar y nadie ponía pausa con la mente fría para aguantar el balón que acababan de recuperar y empezar la jugada desde atrás, tras varios contragolpes infructuosos. Bravo a Michel y su estrategia pero no lograron hacer justicia a lo visto en el césped con el marcador.

Victoria De Julián - @missfooty


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