Nadie podía imaginar que tras 12 jornadas disputadas, el West Bromwich
Albion estuviera en posiciones champions tras arrebatarle en la última jornada la
4ª plaza al también sorprendente Everton de Davies Moyes. Ahora mismo, el WBA
tiene 23 puntos y esta a 5 puntos del líder, el Manchester City. Lógicamente
los baggies no van a luchar por el título y menos si tenemos en cuenta que es
un equipo el cual todos tenían en sus quinielas que lucharía por no descender o
al menos por tener una temporada tranquila y acabar en mitad de la tabla como
ocurriera la temporada pasada, que de la mano de Roy Hodgson acabarían en
décima posición.
Pero al término de la pasada campaña, el entrenador inglés dejo el conjunto
de Hawthorns tras aceptar el puesto de seleccionador nacional de Inglaterra.
Los albions perdían así a un entrenador que con su enorme experiencia había
conseguido aglutinar a un conjunto de jóvenes jugadores con mucho potencial a
los cuales les había conseguido sacar lo mejor de sí para tener una temporada
tranquila y acabar en la décima plaza como bien hemos mencionado antes. Tras su
marcha, el director técnico del WBA, Dan Ashworth, tenía una enorme faena para encontrar a un
entrenador que pudiera aprovechar y dar continuidad a lo que Hodgson había
construido y tan buenos resultados les había dado.
Tras manejar una serie de alternativas, finalmente se decidieron por Steve
Clarke,el asistente de Hodgson la temporada anterior y también en el Liverpool.
Esta decisión provoco algunas dudas en un sector de la afición de los baggies,
ya que Steve solo tenía experiencia en los banquillos como asistente y jamás
había llevado las riendas de un equipo a excepción de un partido en Agosto de 1999
en el que dirigió al Newcastle y que perdió por 5-1 ante el United.
Eso sí, a lo largo de estos años ha ido acumulando mucha experiencia y ha aprendido de varios entrenadores entre los que destacan José Mourinho, Bobby Robson o Zola. Pese a ello, la decisión de que se hiciera cargo del primer equipo no dejaba de ser arriesgada, pero a su favor tenía, y eso fue lo que convenció a Dan Ashworth para firmarle, que conocía la plantilla y el estilo de juego que había dejado Hodgson mejor que nadie.
Eso sí, a lo largo de estos años ha ido acumulando mucha experiencia y ha aprendido de varios entrenadores entre los que destacan José Mourinho, Bobby Robson o Zola. Pese a ello, la decisión de que se hiciera cargo del primer equipo no dejaba de ser arriesgada, pero a su favor tenía, y eso fue lo que convenció a Dan Ashworth para firmarle, que conocía la plantilla y el estilo de juego que había dejado Hodgson mejor que nadie.
Así pues, Steve se hizo cargo del West Brom y a todo lo bueno que tenía le ha
sumado los fichajes de Ben Foster (Birminghan), Yassine El Ghanassy (Gent,cedido),
el ex del Racing Markus Rosenberg (Werder Bremen), Claudio Yacob (Racing Club)
y al prometedor Romelu Lukaku (Chelsea, cedido). Las incorporaciones realizadas
por el conjunto de Hawrthorns han mejorado la plantilla de la temporada
anterior sobre todo gracias al nivel que está mostrando Claudio Yacob en el
centro del campo y a la seguridad de Ben Foster bajo palos que, pese haber
encajado un gol en los diez partidos de Liga que ha disputado, ha salvado
muchos puntos para su equipo.
En el aspecto técnico, Steve no ha cambiado el esquema táctico ni la manera
de jugar que su antecesor otorgó al WBA. Por tanto, el técnico escocés sigue
utilizando el 4-4-2 que también puede convertirse, según el partido, en un 4-4-1-1 e incluso en un 4-2-3-1
en el cual siempre destaca la figura de Shane Long, pichichi del equipo con 6 goles. El
irlandés de 25 años es el delantero titular y habitualmente le acompaña
Odemwingie, aunque en algún partido su lugar lo ha ocupado Lukaku el cual suele
ser el relevo natural del Long.
Claudio Yacob y Malumbu son innegociables en el centro del campo. El
argentino se encarga de llevar la manija del juego mientras que el congoleño
destruye el de su rival, aunque también es cierto que la toca muy bien. En los
costados es donde más rotaciones realiza el nuevo entrenador de los Baggies.
Tanto Gera como Morrison, Dorrans o El Ghanassy se van repartiendo los minutos
dando un gran rendimiento para su equipo. Pero es en las bandas donde aparece
el capitán y buque insignia del equipo, Chris Brunt. El norirlandés llego hace
seis temporadas al equipo de West Midlands y poco a poco se ha ido ganando el
cariño y la admiración de la hinchada gracias a su entrega y su lucha por el
equipo. Es sin duda uno de esos jugadores que contagian a todo el equipo cuando
las cosas van mal dadas.
En la retaguardia, el lateral
Ridgewell y el central Olsson son los estandartes de una línea defensiva en la
que también actúan Jones, Tamas, McAuley o Bill Jones y que se caracteriza por ser una defensa bien organizada que sabe como frenar los impulsos ofensivos de sus rivales y que cuenta con la ayuda essencial de los centrocampistas.
En definitiva, el técnico escocés tiene una plantilla joven a la cual está
sacando todo su potencial y en la que a falta de tener una estrella que pueda
ganar partidos por sí misma, el trabajo en equipo y el buen ambiente del
vestuario son la base de los buenos resultados que están cosechando hasta ahora
los baggies. Los jugadores tienen claro lo que Steve quiere de ellos y eso hace
las cosas mucho más fáciles. Las premisas del técnico escocés son ser un equipo
bien organizo que presione al rival sin ir a lo loco y tener una solidaridad
defensiva para evitar goles en contra.
De buen seguro que todos los aficionados del West Brom que dudaban, con
razón, de su entrenador, ahora están disfrutando del juego de su equipo y de la
tranquilidad que supone estar luchando por entrar en Europa y no por evitar el
descenso. La afición de los baggies se está acostumbrando a ganar y veremos
hasta donde llega su sueño.
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