Puede ser que me equivoque y que
ayer Fernando Llorente, después de estar calentando desde el minuto 35’ de la
primera parte hasta el final, no saliera a disputar ni un solo minuto por el
simple hecho de que el Athletic estaba mejor que el Betis durante toda la
segunda parte y Bielsa decidiera que era mejor no tocar nada. Pero eso no quita
el trato que se le está dando al internacional español desde que anunciara que
quería abandonar el club en busca de metas mayores. Porqué ayer es cierto que
la cosa marchaba bien para el Athletic en lo que a juego se refiere (no ganó el
partido por la figura de Adrián, portero del Betis). ¿Pero si Bielsa ya tenía decidió
no hacer cambios en lo que al punta se refiere, por que hacer calentar a
Llorente hasta el final del partido?
El tema Llorente es bastante complejo. En lo que a temas deportivos se refiere, está claro que Aduriz está en excelente forma (lleva 12 goles) y Bielsa puede pensar que para que va a sentar a Aduriz con el rendimiento que está dando al equipo. Y es que el esquema que utiliza desde que llegara a Bilbao no permite la entrada inicial de dos puntas. Lógicamente eso no quiere decir que Aduriz y Llorente sean incompatibles, si bien es cierto que en alguna ocasión han jugado juntos porqué el partido así lo ha requerido. También está el tema de que el ex seleccionador chileno diga, si Llorente se irá (parece que será en junio, para ir a la Juventus) debo mantener un once que sea lo más próximo a lo que quedará para la próxima temporada.
Hasta ahí todo parece
comprensible. Pero luego tenemos casos como lo de ayer o como el que sucedió el
pasado mes de Octubre, cuando el técnico rosarino interrumpió la sesión de
entrenamiento para echarle la bronca al riojano que minutos después abandonaría
el césped de Lezama. De esta forma, creo y como yo muchos otros, que se está
siendo del todo injusto con Fernando Llorente. Y el primero que lo está haciendo
es Marcelo Bielsa, tanto por los temas mencionados más arriba como por haberle
echado en cara junto a Javi Martínez que no lideraran al equipo ni en la final
de la Europa League ni la de Copa del Rey.
Luego le sigue la directiva, que
se ha mostrado totalmente reacia de cara al delantero riojano. No entienden que
en un club como el Athletic, que tiene un mercado muy limitado y que se nutre
principalmente de la cantera, haya jugadores que quieran irse del club. Y eso
en parte es lo que también piensa el aficionado bilbaíno. A priori es un
pensamiento razonable y de frustración el ver como uno de tus jugadores
insignia quiere marcharse del equipo. Pero donde sí que se está equivocando
tanto el club como parte de la afición, es en pensar que Llorente o en su día
Javi Martínez, se quieran marchar por dinero. Y así es como se les ha tratado
desde que anunciaran su deseo de abandonar la disciplina de los leones (solo
hay que recordar aquel incidente en Lezama donde había pancartas y gritos de
peseteros, etc.).
Y es que si al hecho de estar en
un club donde no tienes buen “feeling” con
el entrenador, le sumas una cosa tan normal y comprensible como es el querer ir
en busca de nuevos retos o cotas mayores que conquistar, pues sucede lo ha
pasado con Llorente. Y simplemente es un tema deportivo. Él como profesional
quiere nuevos retos para seguir creciendo como futbolista, y eso no tiene nada
que ver con el dinero.
Lo que está claro es que la
relación Llorente-Athletic podría acabar mucho mejor de lo que va acabar. Y
sería algo tan fácil como reconocerle, como valorarle a Llorente todo lo que ha
dado por la zamarra rojiblanca. En vez de crear una situación provechosa para
las dos partes, en los pocos días que le quedan en el club, se le está
castigando por el simple hecho de querer dar un paso más en su carrera
deportiva con la intención de crecer como futbolista y de saciar el hambre de
títulos que tiene el león.
No hay comentarios:
Publicar un comentario