Tenemos mucho que aprender

Muchos, entre los que me incluyo, sienten una envidia bestial al ver auténticos torneos del K.O. como lo son la FA Cup o la Copa de Francia y no como lo que nos intentan vender año tras año aquí en España. Eso es lo que muchos pensamos tras disputarse el pasado fin de semana ambos torneos. Pero ojo, no hay que olvidar que el futbol español es el único que tiene las eliminatorias de Copa a doble partido. Todos los demás países tienen sus competiciones coperas a partido único, tal y como se hizo solo en cinco años aquí en España.

Es un autentico espectáculo poder ver equipos de la más remota competición de Inglaterra o Francia (en este caso porque son las que se han disputado más recientemente), enfrentándose a equipos de la Premier o de la Ligue 1, e incluso si se tratase de un equipo de la Championship o de la Ligue 2. Los últimos casos han sido los del Lyon que cayó en los penaltis ante un tercera, el SAS Epinal, y el del Newcastle en Inglaterra, que quedo apeado tras caer ante el Brighton por 2-0. El caso es que el formato de estas dos competiciones, igual que en los demás países, que es a partido único, le da un toque mágico al torneo, tal y como antiguamente lo era en nuestro país y como muchos lo recordamos a la vez que lo añoramos.

Poder ver a un Toledo eliminando al Madrid o a un Novelda haciendo lo propio con el Barça son cosas que hoy en día parecen impensables, incluso antes de jugarse la eliminatoria. Si es cierto que estos últimos años ha habido sorpresas como el “Alcorconazo” o la eliminación en la pasada edición del Atlético de Madrid a manos del Albacete. Cosas así son, como ya hemos mencionado, muy atípicas y poco probables de esperar año tras año y más si tenemos en cuenta que ni los equipos de 2ª o 2ªB van a hacer algo por cambiar el formato de una competición que saben que les deja en desventaja frente a los de 1ª. Y todo esto solo por ganar un dinero fijo solo por participar en la Copa. Es decir, aceptaron el cambio de partido único a eliminatorias de doble partido a cambio de cobrar una cantidad de dinero cada año aún sabiendo que así perderían la mayor parte de sus opciones en la Copa del Rey.

Aquí, a diferencia de la resta de Europa, han primado más los intereses económicos que los deportivos. Esto último viene a decir que los equipos de menor categoria (los más grandes no, porque son los que tiene mayor ventaja) han pasado por alto la ilusión que tiene su aficion de participar en un torneo donde se pueden enfrentar a los mejores, donde podrían lograr incluso milagros como los que consiguió aquel Figueres que se cargó al Barça para luego llegar hasta semifinales tal y como recientemente consiguio el Mirandes la temporada pasada. Las aficiones de estos equipos de menor reputacion seguro que estarían encantadas con la posibilidad de jugar a partido único, ya sea en casa o fuera, y sentir que tienen la posibilidad de ver a su equipo logrando una hazaña que perduraria en su historia y en la mente de todos los que lo vivieron.

 

Con el antiguo formato se podían colar en los cuartos, en las semis e incluso en la final, equipos de segunda fila e incluso de más abajo (aun recuerdo aquel Recreativo de Huelva que llegó a la final y  que perderia ante el Mallorca). Lógicamente, pese que siempre ha habido algna sorpresa,  era muy difícil que equipos de 2ª o 2ªB llegasen tan lejos, en parte porque los equipos medianos apostaban fuerte por la competición copera ya que se veían capaces de ganarla. Pero al menos tenian la posibilidad de competir en las mismas condiciones que los equipos de 1ª División. Porque no podemos olvidarnos que muchas veces la ilusión y las ganas de hacerlo bien por parte de los más humildes pueden con el dinero de los más ricos. Y eso hacia de la Copa un torneo majusculo con el que todos vibrábamos y disfrutabamos.

Y lo peor de todo es que parece que solo interesa que lleguen a las eliminatorias finales los equipos de mayor nivel de Primera. Y hoy en día la imagen que deja todo esto es que solo existen Madrid y Barça, que solo tienen que llegar ellos dos a la final o a las semis si apuramos. De este modo pensariamos que se está desprestigiando a todos los demás equipos, sobre todo a los más “chicos”, que tienen el mismo derecho que los equipos más superiores a disputar al que todavía algunos le llaman el torneo del K.O. Pero la realidad es que ni a los propios clubs de 2ª o 2ªB les importa la Copa más allá de recaudar los ingresos cuando juegan en casa. Puede parecer repetitivo pero es que es así de duro. Y mientras esta mentalidad no cambie, la Copa irá perdiendo valor año tras año.

Y una vez conocida la manera de pensar de los clubes sobre este asunto, a parte tenemos algo que hemos dicho antes, que parece que solo interesa que lleguen hasta la final los equipos más grandes, cosa que apreciamos con el simple hecho de que todos los partidos de vuelta se disputan en el campo del equipo de mayor categoria. La excusa "perfecta" es que de este modo los equipos pequeños y su afición pueden visitar estadios como el Santiago Bernabéu o el Camp Nou. ¿Si tanto es así, porque no es el sorteo quien decida donde se disputan tanto la ida como la vuelta?  Porque si ya supone una desventaja el tener que jugar dos partidos (cosa totalmente aceptada por los clubes), jugar la vuelta en el campo del equipo grande le añade una mayor dificultad. Y una de las consecuencias de todo esto y de haberle restado casi toda la emoción de aquellas cinco maravillosas ediciones, es la baja afluencia de público que acude al campo a presenciar un partido de Copa (tema de horarios aparte), a excepción de cuando se juega ante un Madrid o un Barça, claro. Luego ves la gran entrada que tiene un estadio inglés cuando se juega la FA Cup y te ríes por no llorar.

 

No parece que la cosa vaya a cambiar en estos próximos años, ojalá me equivoque. El antiguo formato a partido único duró un lustro en nuestro país. Esperemos que si se vuelve a optar por esta idea no sea solo un experimento. Es así de triste, pero de momento si queremos disfrutar de una autentica competición copera tenemos que mirar fuera de nuestro territorio.