Como ha cambiado el Rayo. Si nos preguntan por la temporada del regreso a Primera del conjunto vallecano seguro que nos viene a la cabeza el gol de Tamudo en el último partido ante el Granada, donde el ex capitán del Espanyol consiguió el gol de la salvación en el descuento desatando la locura entre la hinchada franjiroja y sellando una más que sufrida permanencia para un equipo sumido en una tremenda crisis institucional entre otras cosas por la demanda que presentaron los administradores concursales contra el ex técnico rayista José Ramón Sandoval en relación a ciertas cantidades económicas de temporadas anteriores.
Cambio radical

La afición le adora y es que aparte de disfrutar con su equipo en cada partido, está logrando un hito que, después de ver como acabo la temporada pasada, era impensable. Han pasado 23 jornadas y el Rayo está metido de lleno en la lucha por conseguir entrar en plazas europeas. A día de hoy es 5º con 37 pts. a dos del Málaga que con 39 ocupa la 4ª plaza. Es decir, ha pasado de poder estar jugando en Segunda a poder jugar en Europa.
Pero no todo ha sido tan bonito durante la temporada. Y es que, como todo en el mundo del futbol, una idea de juego como la de Paco Jémez tiene que tener su período de adaptación para madurarlo y conseguir precisamente lo que está haciendo el nuevo Rayo. Y dentro de este proceso de entender el futbol de su entrenador, el equipo pasó por una mala racha de resultados (6-2 en Valladolid, 0-5 contra el Barça y 4-0 ante la Real Sociedad) que plantearon dudas acerca del equipo y una posible destitución del propio entrenador canario que, después del partido en Pucela, hizo autocrítica diciendo que se había equivocado totalmente en la forma de plantear el partido. Pero tras estos malos resultados la directiva lo ratificó y a día de hoy podemos ver que poco se equivocaron con la decisión.
Pero no todo ha sido tan bonito durante la temporada. Y es que, como todo en el mundo del futbol, una idea de juego como la de Paco Jémez tiene que tener su período de adaptación para madurarlo y conseguir precisamente lo que está haciendo el nuevo Rayo. Y dentro de este proceso de entender el futbol de su entrenador, el equipo pasó por una mala racha de resultados (6-2 en Valladolid, 0-5 contra el Barça y 4-0 ante la Real Sociedad) que plantearon dudas acerca del equipo y una posible destitución del propio entrenador canario que, después del partido en Pucela, hizo autocrítica diciendo que se había equivocado totalmente en la forma de plantear el partido. Pero tras estos malos resultados la directiva lo ratificó y a día de hoy podemos ver que poco se equivocaron con la decisión.
Hablábamos de esa mala racha de resultados que había cosechado el Rayo, que se producían por la sangría de goles que recibía el equipo a través de una débil defensa que descubría sus carencias con el primer sistema de juego que instauró Jémez, utilizando una defensa de tres hombres que no podían parar las avalanchas del rival después de robarle el balón a un equipo totalmente entregado en ataque por esa idea de juego ofensivo que hemos mencionado antes.

Como también hemos dicho anteriormente, Jémez admitió que se equivocó con el sistema planteado en Zorrilla y pasó a jugar con un 4-1-4-1 dejando solo en el centro del campo a un Javi Fuego totalmente desbordado por el trabajo y sacrificio que suponía jugar con un solo mediocentro. Esto cambió después de la derrota frente al Barça por 0-5. Manteniendo la misma idea de juego alegre y ofensivo, volvió a cambiar de sistema para pasar a un 4-2-3-1 definitivo. Desde entonces, Trashorras acompaña a Javi Fuego en el centro del campo y deja arriba a cuatro medias puntas, una de ellas algo más avanzada actuando de falso nueve. Lo que ha conseguido es potenciar las virtudes del equipo sin que se resientan los puntos que cada vez son menos débiles.
En este sistema hay un hombre fijo en la portería rayista, Rubén. El ex del Málaga está rindiendo a un nivel inesperado que solo se entiende con la confianza que ha depositado en él su entrenador. Y es que en su etapa con el equipo de la Costa del Sol, no le fue del todo bien en sus apariciones pero ahora se ha convertido en un gran arquero con muy valiente y con excelentes reflejos. Por delante de él, está la línea de cuatro formada por Casado-Amat-Gálvez-Arbilla. El ex del Sporting también es uno de los que está rayando a un nivel totalmente insospechado y que se ha ganado partido a partido un sitio en el once. Por su parte, Arbilla acaba de aterrizar en Vallecas y en su debut ante el Atlético de Madrid ya demostró que puede ser un jugador importante para el equipo y tendrá como principal competidor por el puesto a Tito en cuanto este se recupere.

Y como falso nueve actúa uno de los hombres revelación de esta temporada, Léo Baptistao, que con 7 goles en los 20 partidos que ha jugado hasta la fecha, está siendo una de las piezas claves del equipo vallecano. El brasileño es puro talento y cada partido nos deja cosas nuevas que le hacen ser un jugador de futuro gracias a su verticalidad, técnica, capacidad de movimientos con y sin balón y a su formidable disparo. Su recambio natural, más por posición que por parecido técnico es, Delibasic, un jugador que aprovecha muy bien los minutos de los que dispone y que pese a que solo ha marcado 4 goles en 20 partidos, es un delantero capaz de adaptarse al juego de su equipo.
Equipo revelación, jugador revelación
Hemos mencionado a Léo Baptistao pero la gran temporada que está realizando merece un punto y aparte. Prácticamente ha pasado de ser un desconocido a ser una promesa importante en el futuro. Tanto es así que parece ser que el próximo curso esté matriculado en el Atlético de Madrid. Pero lo cierto es que a día de hoy sigue siendo jugador del Rayo y se dejará el alma para que este equipo siga creciendo y quién sabe, poder cumplir el sueño de volver a ver a los vallecanos por Europa. Cualidades las tiene, como ya ha demostrado a lo largo del curso y que debe acabar de explotar hasta el final de temporada. De momento se está ganando el derecho de ser una de las sorpresas de esta campaña y de seguir siendo importante para el equipo.
De los 20 partidos que ha disputado, en 18 ha participado desde el inicio y los dos restantes lo hizo desde el banquillo acumulando un total de 1587 minutos en los que ha conseguido 7 goles y 3 asistencias de gol. Cifras muy buenas para un chico que con 20 años ha debutado en la máxima competición nacional y en la que le espera un futuro más que prometedor.
In crescendo



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