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viernes, 14 de noviembre de 2014

Volver para ser felices



Los swans vuelan alto en este inicio de temporada en la Premier League. Y es que después de 11 jornadas marchan en la 5ª posición con las mismas unidades que el 4º clasificado, el West Ham, además de estar por encima de equipos como el Arsenal, al que derrotaron en la última jornada, el Manchester United, el Liverpool, el Everton o el Tottenham. Juegan bien, compiten y divierten. Algunos comparan su esplendido arranque con el de la temporada 2012-13, la misma en la que Michael Laudrup llevó al Swansea a ser campeón de la Capital One Cup para posteriormente pasearlo por Europa.
Por el momento, su actual técnico Garry Monk ya ha conseguido superar el inicio que tuvo el equipo dirigido entonces por el preparador danés, pues suma 5 pts. más que entonces. Además, la eliminación en la Copa de la Liga permite al cuadro galés centrarse de pleno en la competición doméstica, al menos hasta que arranque la FA Cup. En cualquier caso jugar dos competiciones –luego habrá que ver la prioridad que le da al torneo copero- puede ser bastante asumible para un equipo compensando en todas sus líneas. El club se movió con mucha astucia en el mercado estival y ahora está recogiendo los frutos que sembraron al tomar decisiones tan acertadas como el apostar definitivamente por Ki Sung-Yueng o el regreso de Gylfi Sigurdsson. Los dos han vuelto al Liberty Stadium para ser los motores del equipo, y de momento están cumpliendo notablemente con las expectativas. 

Ki Sung-Yueng, el reloj coreano

Llegó en la 2012/13 procedente del Celtic de Glasgow, donde marcó 11 goles y repartió 15 asistencias en los 87 partidos que jugó en el club católico. En su primera campaña como jugador del cuadro galés jugó 29 partidos, por lo que era uno de los importantes para Micahel Laudrup. Sin embargo, la temporada siguiente se tuvo que marchar cedido al Sunderland porque con las llegadas de José Cañas y Jonjo Shelvey ya no entraba en los planes del danés. Y ahora, con Garry Monk en el banquillo, el coreano vuelve a ser una pieza clave de la plantilla, pues tan solo se ha perdido un partido de Premier de los once que se han jugado. Su rol pasa por ser el termómetro del equipo, el que pone la pausa necesaria y temporiza el juego.  Es muy técnico, lo que le da facilidad para dar salida al balón y distribuirlo con criterio. Además recupera muchos balones en campo propio y llega con frecuencia a área contraria. Su única pega es a la hora de finalizar, pero bien, para meter goles ya están otros.

Gylfi Sigurdsson, un regreso triunfal

Su primera etapa en el Swansea (2011/12) fue en calidad de cedido por parte del Hoffenheim dando bastante buen rendimiento, pues aunque tan solo jugó 18 partidos fue capaz de marcar 7 goles y repartir 5 asistencias. La campaña siguiente abandonó la Bundesliga y firmó por el Tottenham, con el que jugó las dos últimas temporadas. En White Hart Lane siempre contó tanto para André Villas-Boas como para Tim Sherwood, pues sus 83 partidos jugados así lo demuestran. Pese a ello, el islandés no fue capaz de rendir a su mejor nivel y es por ello que decidió volver al Swansea en una jugada maestra del club galés. Los swans vendieron a Ben Davies al Tottenham en una operación que trajo de nuevo a Sigurdsson al Liberty Stadium. Y la catalogamos de jugada maestra visto el rendimiento que está dando en este primer tercio de temporada, donde ha metido 2 goles –el último un libre directo escandaloso frente al Arsenal- y lo más importante, ha dado 7. Con Garry Monk actúa de media punta, desde donde se convierte en el nexo de unión entre los centrocampistas y los delanteros. Suma llegada, potencia y una visión privilegiada en los últimos metros, algo que agradece muchísimo Wlifried Bony.

Marc Pérez
Twitter: @ksillas_petit

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